Cultura Viva Medellin. Escrito de Pedro Zapata

CULTURA VIVA COMUNITÁRIA

Cultura Viva Medellin. Escrito de Pedro Zapata (PDF)

Texto escrito y leido por Pedro Zapata en el Concejo de Medellín, en el último debate de la Política Pública de Cultura VIVA Comunitaria, aprobada por unanimidad el 27 de noviembre de 2011, allí mismo se hizo un homenaje a Jesús Mejía nuestro gran “Griot” de la Cultura Viva Comunitaria.

CULTURA VIVA COMUNITARIA.
Somos el viento-tiempo, somos nuestra propia movilidad.

A CHUCHO MEJIA UN HOMBRE DE MAIZ, CON LA ESTATURA EXACTA DE LA VIDA.

A Luis Miguel Usuga Samudio en la complicidad de los tiempos por venir compañero.
A los jóvenes  de Centro América…….los presentes y los ausentes.

Aquí estamos como viejos caminantes, tratando de sostener el cielo, en tiempos de lluvias inclementes y derrumbamientos inevitables, de envejecidas formas de pensar el poder, la política, la economía, la amistad, la vecindad, la solidaridad, la comunidad, la cultura.
Aquí estamos en este espacio-ritual, para cultivar con ustedes, honorables concejales, la bella tarea de reinventar nuestra concepción de la cultura como  polifonía de voces, miradas, cuerpos, gestualidades, que sin descanso tejemos de día y de noche, en este universo terrenal, variopinto, de abismales contrastes y colectivos anhelos de transformación. Polifonías heredadas de nuestras diosas-abuelas, en las primeras infancias creativas, por los senderos vivos de la memoria.
Que los dioses cuiden de este encuentro, para que nuestros acuerdos encuentren horizontes de sentido, en medio del sin sentido de la infamia merodeando los nacimientos de la aurora y el alba. Encuentro de colores, abrazos, miradas sin cuenta de cobro, preguntas con piel de cristal, ritualidad corporal, lugar de la palabra, los susurros, la esperanza. Acupuntura del viento, reposo de los arroyos, opera de los pájaros. Sólo deseamos fervientemente honrar la Confianza, para destierro de los agiotistas usurpadores de toda ilusión humana.
Honrar la confianza es honrar la palabra dicha, honrar nuestra postura de corazón abierto, en medio de todas las mascaradas de una sociedad de evangelios cansados, de unas burocracias y monopolios sobreactuados.
Proponemos entonces la destitución implacable de toda periferia.  Ninguna palabra es periferia de otra, ningún rostro, ninguna pregunta, ninguna necesidad, ninguna dignidad, ninguna utopía. Todos somos  comunidad y gobierno, gobierno y comunidad.
Por todo lo anterior, pensamos que necesitamos una CULTURA VIVA COMUNITARIA, SIN FRONTERAS,  que construya sus propios corredores de la economía, una economía creativa que tenga de presente, como punto de partida al ser humano, como nos lo enseñó el maestro-escritor y tu entrañable amigo chucho, José Saramago, último dios de la ausencia-presencia.
Cultura viva comunitaria, sin fronteras, para volver amorosamente a lo que no dijimos, para volver al relato de provincia. En su bello texto de Colombia en el Planeta, el escritor colombiano WILIAM OSPINA  nos enseña…..Es la hora de recostar las sillas en la puerta y de comenzar a contar la historia, antes de que lleguen los historiadores. Cultura viva comunitaria, sin fronteras, para potenciar los sentidos de nuestro propio hacer y pensar. Para  potenciar, nuestra capacidad de reinvención, nuestra innegociable convicción de buscar por siempre mejores formas de estar juntos. Cultura viva comunitaria, sin fronteras, para desterrar las imposiciones de las grandes pirámides del consumismo que quieren reducirnos al sólo, enajenante y fantasmal laberinto del tener. Pirámides también del saber y pensar, de un mundo académico perdido en las sinagogas de la especulación metafísica financiada. Monopolios de la expropiación cultural, convirtiéndolo todo  en un show de nunca acabar, en el cual todo saber popular es una simple casualidad vivencial, blanco de  todas las perversas formas del asistencialismo.
Cultura viva comunitaria, reserva-bálsamo-sanación para todo tiempo de sonambulismo impuesto por los enmascarados mercaderes del miedo y la desesperanza. Cultura viva comunitaria con, por y para la esquina, primera patria de todas nuestras infancias. Cultura viva comunitaria de día y de noche, bajo la tempestad huracanada o en los anuncios-luz de la primavera. Cultura viva comunitaria, con pan y sin pan en las autopistas de las mesas.
Cultura viva comunitaria, que invita en ritual mayor, a la construcción de una ética de la vida.  Que reclama de las instancias de poder la construcción colectiva de nuevos paradigmas. Que propone un mundo poéticamente habitado, es decir poéticamente ético, poéticamente estético, cultivando el pensamiento como cuerpo del vivir, jamás como fachada para reinar o dominar.
El futuro si quiere ser futuro Chucho, tendrá que ser cuerpo en movimiento, palabra en movimiento, sentimiento en movimiento, protesta en movimiento, creación en movimiento, sensación en movimiento, dolor en movimiento, desesperanza en movimiento, miedo en movimiento, fuerza en movimiento, libertad en movimiento, revolución en movimiento. La quietud y el sedentarismo para los pálidos rostros del poder unipersonal, la anacrónica demagogia, la endémica truculencia, la fatal mentira, la camuflada manipulación, la horrenda globalización, la pornográfica acumulación, el autismo-autoritario. En movimiento el teatro y la pintura, el concierto y la cantata, el abrazo y el amor, los besos y las caricias. En movimiento las nuevas utopías, las nuevas éticas, las nuevas estéticas. En movimiento LA CULTURA VIVA COMUNITARIA.
Compañeros y compañeras, después de todo lo dicho y escuchado no hay descanso posible. Ecos y más ecos en pelea con el sueño. Fonéticas diversas que imposibilitan el apacible sueño. Pero así somos, de esto estamos hechos. Toda voz, todo pensamiento afecta nuestro cotidiano existir. La escucha democrática trae consigo esos resultados. Al final…. podremos dormir lo necesario como para despertarnos.
Este Nuestro encuentro, ritual de la inteligencia compartida, no es sólo por nosotros mismos, es por nuestros pueblos que saben ser planeta, cosmos, inmensidad, llanura, montaña, mar. Que saben ser volcán, huracán, tormenta. Pero también pueblos diversos que saben ser prudencia, silencio, miedo, llanto, cuadra, esquina, manzana, barrio, comuna, país, continente, mundo, por los siglos de los siglos, publíquese y compártase.

Pedro Zapata P.
Un hombre con el tamaño del cotiledón y el dolor de la sangre.
Corporación Cultural Nuestra Gente.

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